Erase una vez un niño que no tenia imaginación, se pasaba horas y horas pensando; no se le
ocurría nada, hasta que de pronto pensó,que solamente faltaba poco más de un mes para que llegara la Navidad.
Se acordó que en Navidad hacia frío, desde su ventana veía caer los copos de nieve y cómo al llegar la nieve a una cierta altura cuajaba y se ponía dura,entonces,el niño y su hermana sacaban los trineos que habian estado guardados durante todo el verano y cómo se deslizaban montaña abajo,cuantos momentos felices y divertidos.
El niño siguió pensando y mirando desde su ventana y en su mente recordó un árbol de Navidad,cuando con toda la familia colocaban las luces, las estrellas, los lazos,las bolas,las guirnaldas y los regalos alrededor del árbol.
La espera y las ilusiones pero más los nervios de poder casi dormir esa noche,pues por la mañana temprano al levantarse para abrir los regalos de Navidad todos juntos. Ese niño pensaba que no tenia imaginación y lo que no sabía es que la familia y los momentos vividos con ellos son también imaginación